HEMORRAGIA NASAL
Tapones de limón
Si súbitamente aparece una hemorragia nasal, apresúrese a empapar un algodón en jugo de limón; colóquelo luego en la fosa sangrante y así detendrá inmediatamente esa molestia.
Emplasto coagulante
La capacidad de coagulación es importante a la hora de sufrir una hemorragia nasal; para detenerla aplíquese un emplasto con hojas de alfalfa. Así logrará que la sangre seca forme un obstáculo natural, el cual detendrá la hemorragia.
Muro de yerbabuena
Con una pequeña cantidad de hojas de yerbabuena, colocadas en las fosas nasales, logrará erigir un verdadero muro contra la hemorragia. Sosténgalas ahí un momento y la sangre cesará de fluir.
No importa la causa
El calor, la gripe, alguna deficiencia respiratoria y, en fin, muchísimos factores, son la causa de las hemorragias nasales. Cuando se presenten ponga a hervir un litro de agua y añádale de cuarenta a sesenta gramos de ortiga; el enfermo deberá absorber los vapores o aplicarse unas cuantas gotas en la nariz.
En segundos
Elimine la hemorragia nasal en pocos segundos empleando un gajo de cebolla corriente; únicamente tiene que colocarlo en la nariz y dejarlo ahí unos minutos, hasta que se detenga el flujo de sangre.
Por todos los frentes
Este es un remedio que ataca la hemorragia por todos los frentes. Primero, colóquese unos tapones de perejil mezclado con cebolla en las fosas nasales; después frótese la frente con alcohol. Por último, adhiera un pedazo de papel periódico al paladar. Es completamente imposible que después de tomar todas esas medidas la hemorragia continúe.
Con la ayuda del caballo
Si nada de lo anterior lo convence o le da resultado, aquí le ofrecemos una cura que se emplea en toda el área andina: suprimir la hemorragia nasal haciéndose un lavado con cocimiento de cola de caballo.
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