INDIGESTION
Excesos lamentables
Una comida abundante es tentadora para cualquier persona, y excederse no es ningún pecado; pero a la hora de la indigestión se escuchan muchos lamentos que podrían evitarse con tan solo tomar media cucharadita de bicarbonato disuelto en un vaso de agua. Hágalo y su digestión recuperará el ritmo normal.
La hora del limón
Si lo ataca una fuerte indigestión, entonces ha llegado la hora de recurrir al limón; beba una taza chica de agua junto con el jugo de un limón y pronto se sentirá restablecido.
Pecadillos veniales
No está bien que haya comido más de lo que necesitaba, ni que haya masticado mal, ni que haya escogido precisamente los manjares más irritantes. Pero todos ellos son pecadillos veniales que puede remediar tostando un puñado de trigo y poniéndolo a hervir en un litro de agua. Consuma una taza después de cada comida, y así no tendrá que sufrir las penitencias de la indigestión.
Repare el daño
Si se excedió en la cantidad de comida, ingiriendo más grasas, picantes y licores de los que su estómago resiste, beba inmediatamente una infusión de coca y anís mezclado con una cucharada de vinagre. También puede probar con yerba luisa.
Evite la gaseosa
Si ha quedado indigesto luego de alguna de las diarias comidas, lo mejor que puede hacer es evitar a deshoras el consumo de bebidas gaseosas, las que solamente conseguirán ponerle en peor estado su estómago.
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